Cecilia Barrios, musicoterapeuta Gestáltica
Soy Cecilia Barrios. Argentina, musicoterapeuta, profesora de música, terapeuta gestáltica y publicista. Me dedico a crear espacios y grupos de desarrollo y crecimiento profesional a través de la música. He trabajado en empresas y organizaciones durante muchos años, esta experiencia me llevó a replantearme lo antiguo y retomé de la
infancia, la educación musical que había adquirido y viviendo aquí, en España, encontré la carrera de musicoterapia en la Universidad. Ahí dije: ¡Esto es lo mío, lo queme gusta hacer a mí!
Si fueras un instrumento ¿Cuál serías?
(risas) ¡Nunca me han hecho esa pregunta! Se me viene el piano.
¿Si fueras una nota?
El do
¿Qué do?
El do natural…¡mirá vos! ¡Nunca me habían hecho esa pregunta!
¿Que es la musicoterapia?
Es un proceso en donde se utiliza todos los elementos que la música tiene: ritmo, melodía, armonía… para acompañar a las personas. Desde bebes a abuelos de 80 y 90 años.
¿Qué le pasa a un bebé para necesitar musicoterapia?
No necesita que le pase nada. Se trata de un acompañamiento que ayuda a desarrollar el vínculo y la comunicación entre el feto, la madre y el entorno. Sirve para poder trabajar en situaciones de stress o de embarazos difíciles.La música está en nosotros desde que nacemos, seamos conscientes o no. Lo que hago es despertar esa cosita y que la gente descubra. Es un trabajo muy creativo y tiene muchísimo amor en el proceso. Si empezamos a contribuir desde el nacimiento con un poquito de amor, es posible que el mundo se mejore.
¿Cuándo nace esta aventura en tu vida?
Nací en un entorno musical, con una formación musical muy estricta, a lo cual hoy agradezco porque gracias a esa formación pude acabar mi carrera y graduarme como profesora. Otra cosa es la música que yo elijo en mi vida, y el uso que hago. Cuando encontré la musicoterapia se me destapó algo muy grande que sentía que venía empujando por dentro y que no encontraba la manera de canalizarlo.
Descubrí aquí la música popular, la improvisación, el jazz… Descubrí que mi cuerpo es ritmo, es movimiento, es danza, que puedo cantar, que puedo gritar, que soy sonido puro. Mientras me conecto con eso soy vida. Ahí fue el clic. Empecé a trabajar con gente y descubrí que la gente se contagiaba de lo que a mi me mueve.
¿Estamos desafinados?
Yo, sí (risas)
¿Cómo nos podemos afinar?
Conócete. Ese camino no tiene fin. Siempre van a salir desafinos. De tanto en cuanto, para los pianos hay que llamar a un afinador y que los calibre. Cuando tenemos salud cantamos alegremente. Cuando falta un poquito de salud o energía la voz se quiebra o, directamente, no hay voz. Eso son indicadores que, a mi, me hacen acompañar a las personas para desarrollar esa voz, ese grito, ese canto. Trabajamos los sonidos, no con un fin estético.
Cuando un niño autista canta a través de sus sonidos guturales para mi es música. Estoy logrando que sin comunicación verbal esa persona se comunique. Se está despertando el ser musical que la persona es. Hay un proceso de integración. A mi me ayuda a apaciguar mi ego.
Escucho bastante a menudo eso de: “yo no canto porque no sé cantar” ¿Cualquiera puede cantar?
Eso lo escucho a diario, al igual que la transformación: “Uy! He cantado” o “¡Uuau! he descubierto un timbre de voz que no sabía que lo tenía”. Hay un montón de creencias que vamos adquiriendo mientras crecemos. El darse cuenta es más rápido, más fácil a través del juego, de la música, la danza, sin la palabra. La gente descubre cosas.
¿Tipo?
Que necesita más contacto, que necesita que le digan cosas lindas o se da cuenta que cantando se le fue el dolor de espalda.
¿Eso es posible?
Eso pasa. No creo en las recetas mágicas. Cada persona es un mundo, por lo tanto cada música de cada persona es diferente y varía según en el momento en que está la persona. La persona se manifiesta a través del instrumento
¿Cómo las personas lo llevan a su vida diaria?
Hay un proceso de apertura en todo cuerpo para que salga la voz, un trabajo con la respiración… La persona termina cantando sola y frente al grupo. Hay una toma de conciencia: «He cantado con mi vergüenza, con mi miedo. Algo se ha movido» Luego está lo que la persona hace con esto. Autoconocimiento puro.
Se trata de encontrar nuestro propio sonido
Sí, de explorarlo. Es una invitación, a veces una provocación, a veces una confrontación. Es un trabajo muy humano. Es la búsqueda de tu propio sonido, de tu propio ritmo. En esa búsqueda trabajas tu autoestima, la autoafirmación. El ritmo sirve para estar presente, aquí y ahora. Con la melodía metemos la voz y entramos en el mundo de las emociones. En grupo, trabajamos la armonía, donde todas las voces diferentes suenan al mismo tiempo. Allí hay un trabajo que trasciende al individuo. Es algo más de comunión. Se trabaja la cooperación, el crear en grupo.
¿Por donde empieza este proceso?
Lo primero que necesito para trabajar con alguien es que ese alguien quiera acercarse a si mismo a través del arte. Cada cual plantea su objetivo. Sondeamos el gusto musical de la persona. Cuando cantas está cantando tu ser interior y ahí entran en juego los mecanismos de defensa, las resistencias, cómo estás frente a la exposición, etc…Así que es mejor empezar por el cuerpo.
La idea es sacar el sonido, llegar al canto.
¿Qué le pasa a la persona que tiene dificultad para cantar?
Pueden pasar infinidad de cosas. He encontrado gente que ha manifestado la falta de voz porque no dice las cosas que quiere decir. En otros casos puede ser por depresión, tristeza. El no poder expresar la tristeza o la rabia, la indignación, la frustración: Esas emociones en muchos casos afectan la garganta. Esa soy yo, quiero esto, sí, no.
¿Qué es lo que más nos cuesta?
Por lo que veo el decir no o son sí fáciles. Aunque decir esto es muy general y cada grupo es un mundo.
¿Qué es la improvisación y cuando se da?
A mi me ayuda a ponerme frente al grupo tal cual soy. Armo y desarmo al momento. Por mis características me cuesta seguir y ayudo a otras personas a desestructurarse, a romper barreras, límites, ideas. La improvisación ayuda a eso. Lo más bonito es que para poder improvisar tienes que tener mucha estructura y saber dónde estás, dónde quieres ir. Eso te lo marca el ritmo.
Si quiero llevar a la persona a mover las extremidades superiores, haré uso de la melodía. Son todo simbología de vida. Los silencios, los tempos, los ritmos…si no eres consciente, la vida te lo hace. Para mi la vida es música. Entiendo la vida a través de la música. Si me quitas la música no sé si me sabría mover en la vida. La música del nacimiento es un festejo. La de la muerte es otra. La música para jugar con los niños es una y la de los ancianos es otra.
¿El sonido puede cambiar la materia?
¿Has visto la teoría de los mensajes del agua de Masaru Emoto? Con la música pasa lo mismo. Si cantas o gritas se crea una forma, si tocas un instrumento, otra.
Vaya! ¡¡Pues qué banda sonora tengo en mi casa !!!
Eso lo decides tú.
¿Qué música le pondrías a este país en este momento?
Yo le pondría el silencio. ¡A ver si son capaces de escucharlo un rato!. Estoy convencida de que si la gente se acercara a la música, con el tiempo y un proceso, habrían algunas modificaciones. Parece que la gente está hartándose o se ha hartado ya de algo. Tiene que volver el silencio para poder acomodar las cosas. Después que cada uno empiece a hacer su propia música desde la escucha activa de uno mismo, desde el silencio.
¿Qué hace que uno sienta mayor conexión con unas músicas que con otras?
Hay algo ahí cultural.
Y ¿cómo es que en una misma casa cada uno tiene su gusto?
Ahí también interviene el carácter, la impronta personal de cada uno. Son elecciones. También las vivencias de cada cual.
¿La música es un idioma universal?
Sí, total. Hay un punto, por más que tú seas de África y yo de Argentina, que está dado con ese pulso que late y que tiene que ver con el corazón, con la vida misma. Sin saber lo que estás diciendo porque hablas otro idioma me puedo comunicar contigo por el cuerpo, con la voz, con el sonido.
¿Eso de tener oído musical es para cualquiera?
Eso se aprende, se educa.
¿Qué relación hay entre el oído musical y la capacidad de escucha?
Cuanto más desarrollas tu capacidad de escucha a nivel instrumental más aprendes a escuchar distintos tipos de voces. Cuantas más voces diferentes eres capaz de percibir, más plasticidad tienes, más tolerancia, más aceptación.
Recomiéndame una canción para empezar el día con energía.
¡Uy! La de “Puerto Presente” de Macaco. ¡Ojo, si quieres empezar el día así porque estás así! Si estás triste y melancólica y no tienes ganas de ruido podría ser un choque contradictorio. En la terapia musical existe un principio de ISO, significa igual. Es ver cómo llega la persona y poder imitar desde el instrumental, el canto y lo corporal el estado que la persona trae para poder entrar desde allí. A partir de allí tratar de provocar una transformación.
Y ¿para una reunión de trabajo de ejecutivos?
Bueno, más que ponerles una canción la crearía con ellos. A los empresarios les gustan los retos y cumplir objetivos. En las empresas trabajaría muchísimo la relajación para poder llevar la palabra desde una forma amorosa. Les haría trabajar el cuerpo.
¿Y que me dices en una reunión familiar navideña?
Como elemento de unión, haría que cada miembro de la familia trajera una música que les guste. Que cada uno explique porque le gusta esa música y que cada persona aprenda algo más de ese miembro a través de la música. El nieto traerá el heavy metal y el abuelo el bolero, por ejemplo.
¿Y para una separación de pareja?
(Risa) Violines de fondo. Yo lo veo triste desde mi punto de vista. Otros pondrán un himno de agradecimiento o ¡un triunfo! No hay una receta musical.
Pon una música para acabar nuestro encuentro, por favor.
Algo instrumental y piano. Un nocturno de Chopin. El nocturno número 2 de Chopin y todos los nocturnos de Chopin que encuentres. Ahora ¡anda a tu casa a escucharlo! (risas)
A eso voy. Gracias Cecilia.