El Songwriting encaja con las necesidades de los adolescentes
La musicoterapeuta Nazaret Gómez ha demostrado en sus investigaciones, que componer canciones (songwriting) favorece la expresión emocional y más genuina de los adolescentes y contribuye a la construcción de su propia identidad. Los estudios académicos sobre musicoterapia están contribuyendo, cada vez más, a la difusión y profesionalización de la disciplina en todos los ámbitos de la sociedad. Uno de estos estudios, realizado recientemente por la exalumna del Instituto MAP,Nazaret Gómez, se centra en demostrar cómo, a través de latécnica denominada Songwriting, la musicoterapia puede dar apoyo a la formación de la identidad de los adolescentes.
La esencia de la técnica del Songwriting en musicoterapia radica en que una canción puede capturar la identidad de la persona.
Por eso el musicoterapeuta pone tanto énfasis en que los clientes creen la canción partiendo de sus propias ideas, material y preferencia musical. "Aunque la construcción de la identidad es un proceso complejo y difícil de medir, pues la identidad abarca todos los aspectos de la persona", señala Nazaret. "Lo que sí es fundamental, relacionado con la formación de identidad es la importancia del grupo de iguales, puesto que el adolescente construye su propia identidad en base a lo que los demás perciben de él, relacionado con lo que él percibe de sí mismo. Demasiada diferencia entre ambas percepciones puede conducir a la confusión de rol o crisis de identidad". El Songwriting en musicoterapia ha sido definido por Wigram y Baker como “el proceso de crear, transcribir y/o grabar letras y música por el cliente o clientes y el terapeutadentro de una relación terapéutica para abordar las necesidades psicosociales, emocionales y cognitivas del cliente”. Nazaret Gómez, que actualmente reside y trabaja en Madrid, se interesó por esta técnica porque en la literatura sobre adolescentes se mencionaba como una de las técnicas que más beneficios podía reportar trabajando con adolescentes.
“En principio me parecía más difícil de llevar a cabo que otras técnicas utilizadas con adolescentes, como la escucha e interpretación de canciones favoritas preexistentes y la improvisación musical libre, las cuales también utilizo en mi proyecto con adolescentes. Me interesaba explorar cómo se puede desarrollar la identidad a través de esta técnica de componer canciones”, explica. Por eso eligió este tema como eje de su trabajo de máster tesis. Con él ha logrado ser una de las dos primeras alumnas españolas del Instituto MAP de Vitoria-Gasteiz en defender y validar su Máster Tesis a través del Master Programme in Music Therapy de la Universidad de Aalborg (Dinamarca). Su trabajo de investigación explora cómo la música puede ayudar a la formación de identidad de los adolescentes, mediante la expresión emocional y las relaciones interpersonales. Se realiza en un Instituto de Educación Secundaria con un grupo de nueve adolescentes, que escogieron la música como asignatura optativa de 4º curso. No era la primera vez que la investigadora tenía contacto con este colectivo. En sus años de experiencia como profesora de música en institutos de Secundaria, ya constató que algo que frecuentemente interesaba y motivaba a sus alumnos era “partir de la música que ellos traían consigo y tomarla como un modo de expresión de su identidad personal importante, así como tratar de componer nuevas letras con músicas preexistentes o crear melodías e improvisar piezas musicales para expresar distintas emociones”.
El duelo de la infancia
En el trabajo grupal con adolescentes es necesario favorecer la autoexpresión libre entre el grupo de iguales, y de esa manera contribuir a la formación de su identidad.
El Songwriting puede usarse satisfactoriamente en un marco grupal y funciona muy bien en la etapa de la adolescencia, cuando las relaciones satisfactorias entre iguales y la autoestima van totalmente unidas.
Tal y como señala Nazaret, a medida que las partes de la canción se van escribiendo y componiendo, los miembros del grupo describen sus experiencias y sentimientos relacionados con esas experiencias. “En la realización de este estudio me he centrado en un análisis cualitativo de lo ocurrido en las sesiones, registrado en mi diario de sesiones, en las anotaciones de los diarios de los jóvenes y en las grabaciones de audio y video, y en la producción de la canción Infancia. Al componer esta canción entre todos en torno a un tema común, el grupo se coordinó, se escuchó, tomó decisiones en torno a los instrumentos y el material musical a emplear y crearon un tema, que después interpretaron juntos.”
Las canciones escritas en un marco grupal tienden a ser de un tono más humorístico, pero los asuntos tratados, a menudo, son bastante serios.
El musicoterapeuta sirve como facilitador del grupo, a través de hacer explícitas sus devoluciones, comentarios e ideas. En la adolescencia, las relaciones satisfactorias entre iguales y la autoestima van totalmente unidas. Nazaret compara la canción Infancia (¿Dónde quedó ese niño?), creada a partir de las ideas de una de las alumnas, con las primeras canciones creadas por el grupo al inicio del proceso, en donde principalmente hablaban de las quejas acerca de ir al instituto, o del enfrentamiento de las chicas con los chicos, en un tono mucho más superficial y agresivo. La canción Infancia es un reflejo de la realidad del grupo, y esa realidad es el duelo por la infancia perdida. "Centré mi análisis en la descripción de esta figura emergente como portadora de significado y dirección en la terapia, bajo un enfoque gestáltico. Esta figura emergente se manifiestó significativa para todo el grupo puesto que todos están pasando ese proceso de duelo, y la canción surge conectada con el aquí y ahora grupal. Al favorecer el contacto del grupo con el momento actual, se permite que surja una “buena gestalt” o figura clara, que expresa realmente lo que están viviendo los adolescentes”, señala la musicoterapeuta. Es muy posible, como reconoce la investigadora, que en otros grupos los temas y emergentes serán diferentes, En cualquier caso, los resultados evidencian que el Songwriting partiendo de las figuras emergentes en el proceso grupal, favorecen la expresión emocional y más genuina de los adolescentes, y contribuyen de esa forma a la construcción de su propia identidad.
Nazaret Gómez es originaria de Lugo. En la actualidad vive y trabaja en Madrid. Es profesora de música de educación secundaria desde hace varios años y musicoterapeuta. Diplomada en Magisterio por la Universidad de Santiago y licenciada en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Oviedo. Posee estudios de piano en conservatorio.Formación en Musicoterapia por Instituto de Música, Arte y Proceso de Vitoria-Gasteiz y ha obtenido el título oficial de Máster en Musicoterapia en la Universidad de Aalborg (Dinamarca). Formación en Terapia Gestalt en Grupo Quatro (Madrid). Cuenta con tres años de experiencia como profesora de Historia de la Música en distintos conservatorios de Galicia y Madrid. Posee experiencia como musicoterapeuta con tercera edad y adolescentes.