Joan Miró Prat.Musicoterapeuta en el Hospital General de Catalunya
¿Cuánto tiempo trabajaste?
– Un año aproximadamente.
¿En equipo interdisciplinario?
– No
Crees que el trabajar en equipo enriquecería la profesión y beneficiaría aún más, a los pacientes?
– Si , idealmente debería ser siempre así, puesto el equipo médico/psicológico que trata al paciente puede aportar información clave sobre los objetivos específicos para cada paciente. A demás no sólo los pacientes sino también los profesionales salen beneficiados del intercambio.
Tu puesto, estaba en la plantilla laboral?
– No, trabajamos como autónomos.
¿Qué técnica/s de musicoterapia utilizas en tus sesiones?
– Técnicas de expresión de emociones con instrumentos (Orff-Schulwerk),
– improvisación,
– diálogos musicales,
– dinámicas grupales de comunicación mediante instrumentos,
– MT Analítica,
– Canto terapéutico,
– Meditaciones dinámicas con música en directo,
– audiciones…principalmente MT Activa.
¿Integras otras técnicas en tus sesiones?
– Solemos usar técnicas de expresión corporal y psicomotricidad, técnicas de resonanciavocal, visualizaciones, relajaciones…
¿Participan otros profesionales en tus sesiones?
– En general con otro musicoterapeuta.
Enumera algunos aspectos a mejorar en relación a nuestra profesión y la salud mental.
– El musicoterapeuta debe nutrirse de diferentes fuentes de conocimiento y experiencia para enriquecer su trabajo y para poder encontrar la mejor forma de establecer la relación terapéutica con cada paciente, debe estar mentalmente muy abierto e intentar no juzgar al paciente, sino entender su particular universo para ayudarle a expresarse y a reconectar con el espacio social/colectivo. –
Para todo ello serían necesarios programas docentes y prácticos muy completos y variados a nivel de formación musicoterapéutica, así como hacer llegar la musicoterapia a todos los rincones del sistema sanitario, terapéutico, a los ámbitos pedagógico, social y de crecimiento personal.
– En cuanto al tema de la salud mental, considero muy importante ser consciente de que el supuesto enfermo es ante todo una persona, con emociones , sueños, deseos, inquietudes, bloqueos, pensamientos, etc… igual que nosotros, y que la realidad que están viviendo ellos es su realidad igual que para nosotros lo que vivimos es la nuestra.
A demás, la línea divisoria entre lo que se juzga como enfermedad mental o cordura es muy sutil. Por lo tanto es muy importante el respeto hacia el enfermo mental.
¿Deseas añadir algo más, que consideres importante?
– La empatía con el participante de las sesiones es lo más importante para mí. A partir de este hecho es posible todo lo demás. Si el paciente no tiene confianza en el terapeuta y no siente que se puede comunicar con el de tu a tu, evidentemente interponiendo los mecanismos de contención necesarios, el proceso terapéutico desde mi punto de vista no funcionará.
– En cuanto al papel del terapeuta, mi visión es que este debe proponer espacios de expresión, resaltar o poner acentos en cosas que sucedan durante la sesión que considere pistas importantes para el trabajo de cualquiera de los miembros del grupo, tener la flexibilidad de cambiar actividades que no estén funcionando o alargar otras que estén funcionando muy bien, etc. pero siempre desde dentro del marco del grupo y participando también en las dinámicas propuestas como un miembro del grupo más, intentando contener al máximo su Ego terapéutico.
¡Muchas gracias por tu tiempo!