3 Creencias erróneas y limitantes, relacionadas con la música

3 Creencias erróneas y limitantes, relacionadas con la música. Estas creencias son totalmente equivocadas y tienen que ser vistas y trabajadas para poder recuperar el amor y la pasión por sentir y disfrutar de la música en todas sus vertientes.

“¡No soy Músico, mi voz es horrible, No vivo de la música!

Son frases que escucho de forma repetida dentro de mis talleres. Es algo natural y propio de nosotros los seres humanos, pero se instalan allí, en nuestras mentes, como únicas verdades absolutas, aunque sean mentira, transformándose en muchos casos en limitaciones que hasta nos impiden conectar con el placer.

Sin embargo, durante el proceso de trabajo que proponemos mediante el cuerpo, el ritmo, el movimiento, la voz y la improvisación musical, es inevitable que salgan a la luz la gran diferencia que existe, entre el mundo de los pensamientos y el mundo de la acción. (La que nos ayuda a materializar nuestros proyectos).

Yo trabajo desde lo espontáneo, con lo que emerge y creanmé, que da igual el tipo de grupo, edades, procedencias culturales o países de donde mis alumn@s vienen; siempre que trabajamos con el lenguaje del arte y de la creación a modo terapéutico y de desarrollo personal, estas barreras salen a dar vueltas, y según como las abordamos, en la mayoría de los casos, se desmoronan a nivel mucho más profundo dando lugar así, a una transformación de estas creencias, que hasta ahora, habían sido creencias limitantes y que lo único que hacían era generar dolor y obstaculizar la libre expresión de las emociones genuinas.

 ¡No soy Músico! Creencia #1

– ¿Quién lo dice? ¿Cuál de tus voces te dice esto?

Atrévete a cuestionar semejante afirmación.

Cuántos músic@s se repiten a diario esto, porque sólo miden su talento desde el éxito y el triunfo. Un éxito que no siempre va de la mano con la felicidad de disfrutar de interpretar, o hacer música.

Y es así, como llegan a mis sesiones músicos verdaderamente heridos, dolidos, secos por dentro, cansados de las orquestas, de tomar pianos en bares, tristes y cansados de que nadie los escuche…

Cuántos, a punto de abandonar, si no lo han hecho ya, porque no fueron “los mejores”, no subieron a grandes escenarios o no sacaron un álbum que rompiera los tímpanos sonando y sonando sin parar…

Cuántos músicos atrapados en sus egos, terminan desvalorizando el trabajo de otros, sin darse cuenta que, esa desvalorización no es más que la desvalorizan de sí mism@s.

Y así, acumulan fracasos año tras año, terminado en enfermedades como la depresión, la ansiedad, las adicciones, etc.

Es importantísimo que podamos transformar estas afirmaciones de forma creativa, cuestionarnos constantemente estas frases lapidarias que sólo generan una distorsión y separación impresionante!

Es por ello que la musicoterapia podría ser el antídoto del músico.

¡Mi voz es horrible! Creencia #2

Vamos de nuevo…

¿Con quién te estás comparando? ¿cuáles son tus niveles de exigencia? ¿Conoces tu voz verdaderamente?, para qué quieres utilizarla…?

Esta afirmación tan rotunda lo único que hace es inocular odio hacia tí mism@. Qué rechaces así tu propia voz, a tal punto que te lleve a no querer escucharla, oírla o simplemente para conectar con la alegría de cantar, es un acto totalmente violento hacia ti mism@.

Te sorprenderías de la cantidad de información y conocimiento sobre tí, que descubrirías mediante el uso y aprendizaje de tu voz, tanto hablada como cantada.

Te sorprenderías experimentar cómo puedes cambiar tu estado anímico y elevar tu vibración cantando, respirando, cantando y respirando de nuevo.

¡No vivo de la música! Creencia #3

Otra afirmación que viene de antaño y ya huele a rancio de tantos años que tiene…

…esos padres que le dicen al niñ@— del arte no se vive… Con el arte no se come…. eso no es un trabajo…

¡Basta ya! de estas frases insensatas y cargadas de peso muerto que lo único que hacen es dormir los espíritus infantiles de los verdaderos artistas y creativos.

Por qué en vez de soltar estas frases insulsas, no nos ocupamos por enseñar a los niños desde pequeños el valor sano del dinero, a administrar y gestionar sus logros, también fracasos, acercarles a la cultura del ahorro como un juego válido y natural de la vida; y no desde el miedo a no tenerlo, perderlo o que es difícil obtenerlo.

Observo en la gran mayoría de los músicos y profesionales que mantienen este discurso, que existe un gran desconocimiento y en muchos casos rechazos y aversión, a la energía del dinero y a cobrar con dinero y no cervezas, su trabajo.

Incluso, hasta ven muy mal, que otros artistas SÍ hayan logrado vivir de la música, del arte y de la educación musical.

Una vez más confundimos las cosas, mezclamos conceptos y contaminamos los discursos.

El arte tiene un valor impagable para la sociedad y es menester del artista valorarse para ser valorado.

Los perfiles del músico atormentad@, bohemi@, bebedor@, fumador@ y viviendo casi en la calle, arruinado de deudas o sufridor@ porque un amor lo dejó; nada tiene que ver con que NO pudo vivir de la música o el arte. Si a caso, hablemos de los dolores del alma que estos seres sensibles cargan por no haber encontrado la salida a un mundo terriblemente hostil.

Como puedes ver, la frase “No vivo de la música”, es literalmente mentira. Como siempre tiramos la pedrada hacia afuera.

Esto se trabaja con terapia y la musicoterapia, puede llegar a ser el antídoto perfecto para el músico.